Bruxismo

El bruxismo es una patología que consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula o incluso rechinar los dientes, que se da generalmente mientras dormimos. Esto nos puede acarrear diversos problemas como desgaste en los dientes, dolor muscular o cefalea. Para paliarlo el odontólogo te recomendará el uso de una férula de descarga que tendrás que colocarte cada noche para dormir.

¿Qué causa el bruxismo?

El rechinar o apretar los dientes se denomina bruxismo. Es un trastorno inconsciente en la mayoría de las personas que lo sufren. Este problema es muy habitual en los niños debido a que los diente les crecen con cierta rapidez y mientras se recoloca la dentición pueden rozar y causar el molesto ruido característico. Sin embargo, si el problema persiste en la infancia o bien durante la edad adulta puede llegar a causar problemas graves.

Para poder eliminar o reducir el bruxismo lo importante es conocer el origen o la causa que lo produce.

Trastornos de ansiedad o estrés: suele ser la causa más común. Los problemas vividos que se acumulan al llegar la noche, enfrentarnos a situaciones que nos producen ansiedad pueden provocan tensión en las mandíbulas y la consiguiente fricción. Evitar todas las fuentes de estrés es complicado pero podemos aprender a manejarlas.

Trastornos en la boca: una mordida que no encaja a la perfección, la falta de un diente que provoca el movimiento de los demás o la rotura de algún diente que fricciona con otro son problemas que pueden inducir al bruxismo. Lo mejor es acudir al dentista para que pueda realizar un estudio de las afecciones y establezca el mejor tratamiento.

Trastornos del sueño: los trastornos del sueño pueden originar que la calidad del mismo no sea la correcta y produzca tensión en la mandíbula.

Tabaco, cafeína y alcohol: según un estudio publicado en el Journal of the American Dental Association1en 2016, las personas que consumen de forma regular tabaco, cafeína y alcohol tienen el doble de probabilidad de sufrir bruxismo.

Síntomas del bruxismo

Cuando se sufre bruxismo, los dientes se aprietan sobre los músculos, los tejidos u otras estructuras de la mandíbula. Los síntomas relacionados con el bruxismo o rechinar de los dientes incluye las siguientes manifestaciones:

Dolor de dientes, mandíbula, cabeza y cuello: la presión ejercida sobre la zona genera una tensión en los alrededores que provoca inflamación y dolor. En ocasiones este dolor alcanza a los oídos.

Desgaste de los dientes, fractura de los dientes o rotura del esmalte: apretar de forma continua sobre la misma zona debilita los dientes produciendo lesiones con graves consecuencias.

Sensibilidad muscular y dental: especialmente por las mañanas. La sensibilidad a la temperatura de los alimentos o líquidos es habitual cuando se producen lesiones en los dientes o bien sensibilidad al masticar.

Cambio en la mordida: es frecuente que la presión continua ejercida en la mandíbula pueda modificar la mordida.

Insomnio: la tensión o presión que la mandíbula sufre provoca que la calidad del sueño no sea correcto o incluso muy malo.

Problemas cervicales: la presión fuerte en la zona de la mandíbula puede producir contracturas cervicales debido a la proximidad y como consecuencia mareos o vértigos.

¿Cómo evitar el bruxismo?

El bruxismo o rechinar de los dientes es un trastorno inconsciente. La persona que sufre este problema no lo hace de manera intencional. El bruxismo puede ser diurno o nocturno, aunque el más común es este último.
Para poder establecer unas pautas para evitar el bruxismo lo primero es averiguar las causas del trastorno. Estas pueden ser estrés, ansiedad, desordenes del sueño, una mordida anormal o dientes torcidos o que faltan. Atajando el origen el bruxismo podrá desaparecer.

En cualquier caso y mientras desaparece el origen lo mejor es poner remedios para evitar males mayores. Si el bruxismo es diurno intentaremos de manera consciente no apretar los dientes ni rechinarlos. Si esto no fuera posible se puede utilizar una férula de descarga.

El bruxismo nocturno es más complicado de controlar conscientemente. Por ello, la recomendación es usar férulas de descarga para evitar que los dientes puedan rozarse y producir los molestos ruidos o bien erosionarse.